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Endoscopia cerebral para hidrocefalia

Hidrocefalia y endoscopia
  • Válvulas de derivación.
  • Endoscopia cerebral.
  • Estudios hidrodinámicos.
  • Tumores intraventriculares.
¿Qué es la endoscopia?

En los últimos años se han desarrollado innovadoras técnicas quirúrgicas en las que se emplea el endoscopio. Este instrumento ha demostrado tener un amplio abanico de posibilidades dentro de la patología neuroquirúrgica y en CNA hemos hecho un gran esfuerzo para dominar su uso y aplicarlo a un gran número de intervenciones.

Actualmente, se emplea esta técnica para realizar intervenciones a nivel cerebral, intraventricular, endonasal y espinal. Se aplica a un gran número de patologías, tanto en cirugías realizadas a través del endoscopio, como en cirugías asistidas por endoscopia.

La incorporación de esta tecnología permite realizar intervenciones consideradas como “mínimamente invasivas” en zonas de difícil acceso con resultados muy buenos. Esto se traduce en un postoperatorio mucho más llevadero para el paciente y con una estancia hospitalaria menor.

¿Qué es la hidrocefalia?

La hidrocefalia es una patología causada por un aumento de la cantidad y/o de la presión de líquido cefalorraquídeo (LCR) en las cavidades ventriculares del cerebro. Sus causas se dividen en dos grandes grupos:

  • Obstructivas: causadas por una resistencia al paso del LCR a través de su circuito fisiológico, debido a estenosis congénitas, tumores intraventriculares, etc.
  • Arreabsortivas: causadas por una disminución en la reabsorción del LCR, debido a la hidrocefalia crónica del adulto, postraumáticas o posthemorrágicas.

Las causas obstructivas son más frecuentes en la edad pediátrica y primeras décadas de vida, mientras que las arreabsortivas son más frecuentes en edades avanzadas de la vida. Sin embargo, ambas pueden aparecer a cualquier edad.

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Opciones y procedimientos relacionados con el tratamiento de la hidrocefalia

El abordaje de la hidrocefalia combina distintas técnicas quirúrgicas y de evaluación que se adaptan a cada paciente según la causa y el tipo de obstrucción del líquido cefalorraquídeo (LCR). Entre las más utilizadas se encuentran:

Válvulas de derivación

Dispositivos implantados que desvían el exceso de LCR desde los ventrículos cerebrales hacia otra cavidad del cuerpo, habitualmente el abdomen. Permiten controlar la presión intracraneal, aunque pueden requerir revisiones periódicas por obstrucciones, infecciones o sobre-drenaje.
Técnica mínimamente invasiva que introduce una cámara en el sistema ventricular. La más frecuente es la ventriculostomía endoscópica, que crea una nueva vía de salida del LCR hacia las cisternas cerebrales, evitando el uso de válvulas permanentes. Es especialmente útil en casos de hidrocefalia obstructiva.
Pruebas que analizan la circulación del LCR y la respuesta del cerebro a su drenaje. Incluyen el «tap test» (extracción de líquido por punción lumbar) o el estudio de presión. Ayudan a predecir qué pacientes se beneficiarán de una cirugía.
Algunos tumores dentro de los ventrículos pueden bloquear el paso del LCR y causar hidrocefalia. En estos casos, la cirugía endoscópica permite obtener biopsias, resecar parcial o totalmente la lesión y, al mismo tiempo, restablecer la circulación normal del líquido.

Procedimientos relacionados con la hidrocefalia y su tratamiento

Diagnóstico

La hidrocefalia puede presentarse de forma aguda, con deterioro neurológico, náuseas, vómitos y bajo nivel de conciencia (más frecuente en las obstructivas), o también de forma crónica, como alteración de la marcha, mal control de esfínteres y deterioro de la memoria (más frecuente en las arreabsortivas).

Para realizar el diagnóstico de esta patología se precisa, además de una historia clínica detallada, pruebas de imagen (TAC, resonancia magnética, etc), que pueden ser completadas mediante pruebas hidrodinámicas y funcionales. En nuestro Centro de Neurología Avanzada llevamos a cabo las más modernas pruebas para el estudio diagnóstico de esta compleja patología.

El tratamiento de la hidrocefalia, una vez establecida la causa, puede realizarse mediante la colocación de derivaciones de líquido (válvulas de derivación ventrículo-peritoneal), que canalizan el LCR desde el sistema ventricular a la cavidad peritoneal donde éste es reabsorbido, o mediante endoscopia intraventricular, indicada en casos de patología obstructiva.

Esta técnica consiste en el abordaje mediante una cámara a las cavidades ventriculares y realizar aperturas que conecten el sistema ventricular con otros espacios subaracnoideos con el fin de encontrar un camino alternativo al LCR. Mediante éste procedimiento también pueden extirparse y realizar biopsias de lesiones cerebrales que comprometan el normal flujo del LCR.

En CNA tenemos una amplia experiencia en estas técnicas y disponemos de la tecnología más avanzada para ofrecer las máximas garantías a nuestros pacientes.

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Preguntas frecuentes sobre la endoscopia cerebral para hidrocefalia
Se indica sobre todo en pacientes con hidrocefalia obstructiva, es decir, cuando existe un bloqueo en la circulación normal del líquido cefalorraquídeo (LCR). En estos casos, la endoscopia permite crear una nueva vía de drenaje sin necesidad de colocar una válvula permanente.
Al no depender de un dispositivo implantado, se reducen riesgos como infecciones, obstrucciones o revisiones quirúrgicas frecuentes. Además, es una técnica mínimamente invasiva, lo que significa recuperaciones más rápidas y menos complicaciones a largo plazo.
No. Es especialmente eficaz en la hidrocefalia obstructiva, pero en la hidrocefalia arreabsortiva (como la crónica del adulto) la técnica puede no ser suficiente, y en esos casos se valoran otras opciones como las válvulas de derivación.
Al tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo, la recuperación suele ser rápida. La estancia hospitalaria es más corta que en cirugías convencionales y el paciente suele experimentar una mejoría temprana de los síntomas.
Como toda cirugía cerebral, puede haber riesgos de sangrado, infección o fallo del procedimiento si la nueva vía creada se cierra con el tiempo. Sin embargo, en manos expertas la tasa de complicaciones es baja y el procedimiento es seguro.
En algunos casos sí, especialmente si la apertura realizada durante la cirugía se cierra. Por eso, el paciente debe mantener un seguimiento médico con revisiones de imagen y valoración clínica para asegurar la eficacia a largo plazo.
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