Qué es hipoxia cerebral: Causas, síntomas y tratamiento

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La hipoxia cerebral es una de las condiciones médicas que afectan gravemente a el correcto funcionamiento del cerebro. Procede de la deficiencia en la provisión de oxígeno a este órgano central del sistema nervioso. 

En consecuencia, se producen daños cerebrales que pueden ser muy graves y poner en riesgo la vida.

En este contenido que ofrecemos desde el Centro de Neurología Avanzada, exploramos las causas que pueden ocasionar esta interrupción de la necesaria cantidad de oxígeno que requiere el cerebro para funcionar correctamente.

 Asimismo, abordamos los síntomas de la hipoxia y cómo se trata; pero comenzamos por presentar su definición. ¡No te pierdas esta información!

Qué es hipoxia cerebral

Como ya lo hemos adelantado, la hipoxia cerebral corresponde a un suministro de oxígeno al cerebro que está por debajo de lo que necesita para cumplir sus funciones correctamente.

Cuando la interrupción del flujo de oxígeno es total, se habla de anoxia cerebral; pero la hipoxia indica un suministro insuficiente. Ocurre cuando por alguna causa la sangre, que es la que transporta el oxígeno, no fluye normalmente hasta el cerebro.

Esta irregularidad tiene consecuencias que pueden ser muy graves. Sin oxígeno suficiente, el cerebro falla en el envío de señales nerviosas. Por tanto, el cuerpo no recibe los mensajes que activan la respiración, los movimientos, el habla y otros signos vitales.

Esto demuestra el alto grado de dependencia que tiene el cerebro del oxígeno que recibe a través del torrente sanguíneo.

 Al interrumpirse ese proceso se produce la pérdida de conciencia casi inmediatamente y se pueden desencadenar lesiones cerebrales a veces irreversibles. Esto último depende del tiempo en que esté el cerebro sin recibir suficiente oxígeno. 

Causas de la hipoxia cerebral

Una vez entendido qué es hipoxia cerebral, es importante explorar los escenarios en los cuales puede verse afectada la circulación de la sangre y la llegada del oxígeno al cerebro:

  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Insuficiencia respiratoria.
  • Asfixia, ahogamiento.
  • Excesiva inhalación de humo o intoxicación por monóxido de carbono.
  • Presión arterial muy baja.
  • Alergias o casos severos de asma.
  • Ascender bruscamente a grandes altitudes.
  • Traumatismos en la cabeza, la tráquea o los pulmones.
  • Complicaciones por recibir anestesia general.
  • Convulsiones prolongadas.

También las sobredosis de drogas, complicaciones en el parto, las descargas eléctricas y el envenenamiento pueden causar hipoxia cerebral. Independientemente de su origen, se trata de una emergencia médica que debe ser atendida de inmediato para intentar restablecer el flujo de oxígeno al cerebro.

Hipoxia cerebral. Síntomas

Ante la gravedad de lo que significa que las células del cerebro sean sometidas a escasez de oxígeno, con riesgo de empezar a morir a los pocos minutos y causar severos o mortales daños al cerebro, es importante conocer sobre los síntomas de la hipoxia cerebral. Entre los más comunes están los siguientes:

  • Mareos, náuseas.
  • Aturdimiento, letargo, confusión o dificultad para concentrarse.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria.
  • Problemas de memoria a corto plazo.
  • Dolor de cabeza, problemas de visión, cierto entumecimiento o sudoración.
  • Piel azulada, sobre todo en las yemas de los dedos y labios.
  • Convulsiones o movimientos involuntarios de las extremidades.

Cuando el flujo de oxígeno al cerebro no es restablecido rápidamente, puede presentarse la pérdida del conocimiento y, en los casos más graves, el estado de coma o muerte cerebral. Los síntomas aparecerán según sea la zona del cerebro que resulte más afectada. En cualquier caso, es importante reconocerlos y buscar ayuda médica inmediata.

Tratamiento de la hipoxia cerebral

Teniendo claro lo que es la hipoxia cerebral, síntomas y posibles causas, exploramos a continuación lo relativo a su tratamiento. La atención médica comienza por realizar pruebas e identificar la causa de la hipoxia para proceder a restablecer el flujo sanguíneo hacia el cerebro.

Esto puede incluir la ventilación mecánica para ayudar al paciente a respirar o administrarle oxígeno suplementario. El tratamiento debe estimular la circulación sanguínea cuanto antes, la cual es portadora de oxígeno. 

Si la hipoxia tiene su origen en un derrame cerebral, puede ser necesaria una cirugía u otras acciones médicas para eliminar la posible obstrucción de un vaso sanguíneo.

El tratamiento de hipoxia cerebral también debe tratar de normalizar el ritmo y la frecuencia cardiaca y nivelar la presión arterial si está muy baja. Asimismo, administrar medicamentos que calmen las convulsiones si están entre los síntomas del paciente. 

Todo esto requiere la intervención de un cuadro médico multidisciplinario tal como lo requiere un cuadro tan complejo y de tanto riesgo como lo es la hipoxia cerebral.

Por último, destacamos la importancia que tienen las terapias y todo el apoyo que ayude a recuperar y rehabilitar al paciente de hipoxia cerebral. 

Si ha sido un episodio breve y leve, es posible revertir las secuelas y promover una mejor calidad de vida para el paciente. Todo ello debe ser orientado por los médicos tratantes para que las acciones estén debidamente fundamentadas.

Conclusión

En CNA quedamos a tu disposición para prestarte atención especializada en caso que presentes algún síntoma de los aquí señalados, por muy inofensivo que parezca. Contáctanos si deseas despejar alguna duda particular. Siempre podrás contar con nosotros.

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