Hablar del movimiento involuntario de la cabeza conduce a referirnos a afecciones del sistema nervioso que causan contracciones musculares atípicas e incontrolables.
Estas manifestaciones indican alteraciones en las áreas cerebrales vinculadas con el movimiento, pueden ser signos de que hay una condición neurológica subyacente.
En este post del Centro de Neurología Avanzada exploramos los aspectos esenciales de este tipo de trastorno del movimiento que, aun cuando puede ser crónico y debilitante, es posible ralentizar su progresión, dependiendo del problema de fondo. ¡Comencemos!
¿Qué se entiende por movimiento involuntario de la cabeza?
Un movimiento involuntario de la cabeza es aquel que no se puede controlar conscientemente; ocurre cuando algún músculo, de los que controlan el movimiento, se activa bruscamente, provocando una sacudida breve y rápida de la cabeza.
Estos movimientos involuntarios que la persona no puede controlar conscientemente, se pueden manifestar de distintas maneras:
Tipos de movimientos involuntarios de la cabeza
Los tipos más comunes de movimientos involuntarios de la cabeza, incluyen:
- Temblores: El llamado temblor esencial está entre los movimientos involuntarios más frecuentes, consiste en movimientos rítmicos, finos y rápidos, que suelen empeorar con el esfuerzo, la fatiga o el estrés. Afecta cerca del 5% de las personas mayores de 65 años.
- Tics: Describen movimientos muy rápidos y repetitivos que provocan una sacudida o un giro brusco de la cabeza. Afectan alrededor del 25% de la población a nivel global.
- Distonía: Ocurre cuando los músculos del cuello se contraen de forma involuntaria, sostenida o intermitente, pudiendo conducir a inclinaciones incorrectas de la cabeza y a una afección dolorosa conocida como tortícolis espasmódica o distonía cervical.
- Corea: Consistente en movimientos rápidos e involuntarios en la cabeza a veces vinculados con trastornos neurológicos asociados a la enfermedad de Huntington.
También las mioclonías se cuentan entre los movimientos de la cabeza involuntarios, son contracciones musculares breves y rápidas que causan sacudidas que suelen relacionarse con enfermedades metabólicas o condiciones neurológicas como la epilepsia.
| Tipo de movimiento | Características | Causas frecuentes | Síntomas asociados |
|---|---|---|---|
| Temblor esencial | Movimientos rítmicos, finos y rápidos | Factor genético, edad | Empeora con estrés, fatiga o esfuerzo |
| Tics | Movimientos rápidos, repetitivos y difíciles de suprimir | Estrés, ansiedad, síndrome de Tourette | Sacudidas, giros bruscos de la cabeza |
| Distonía cervical | Contracciones musculares sostenidas o intermitentes | Alteraciones en los ganglios basales | Dolor, postura anómala, tortícolis espasmódica |
| Corea | Movimientos rápidos, irregulares y sin patrón definido | Enfermedad de Huntington u otros trastornos neurológicos | Inestabilidad, movimientos bruscos involuntarios |
| Mioclonías | Sacudidas breves y rápidas | Epilepsia, trastornos metabólicos | Espasmos repentinos e irregulares |
¿Qué causa los movimientos involuntarios de la cabeza?
Estos pueden tener su origen en diversos trastornos asociados con problemas neurológicos. Entre ellos, cabe mencionar la enfermedad del Parkinson.
También los accidentes cerebrovasculares y la esclerosis múltiple pueden causar estos movimientos musculares incontrolables.
Otras posibles causas son trastornos metabólicos como bajos niveles de azúcar en la sangre, lesiones cerebrales o en los nervios periféricos, efectos adversos de algún medicamento e intoxicaciones.
Incluso, factores genéticos, la fatiga, la ansiedad y el estrés pueden causar tensión muscular que alteran las señales corporales y desencadenar movimientos involuntarios en la cabeza u otras partes del cuerpo.
En el caso de movimientos involuntarios de la cabeza en bebés hay que destacar que, en el curso del aprendizaje de nuevas destrezas, ellos tienden a realizar comportamientos repetitivos. Sobre todo cuando tienen sueño.
No obstante, es necesario consultar al pediatra si se producen espasmos que interfieran con su desarrollo motor o si el bebé pierde alguna destreza ya desarrollada como gatear, balbucear o sentarse.
| Causa | Nivel de gravedad | Cuándo preocuparse | Comentarios |
|---|---|---|---|
| Temblor esencial | Bajo – moderado | Si interfiere con tareas diarias | Suelen ser benignos, pero progresivos |
| Parkinson | Alto | Aparición de rigidez, lentitud o temblores | Necesita evaluación neurológica inmediata |
| Accidente cerebrovascular | Muy alto | Aparición súbita de síntomas | Emergencia médica |
| Esclerosis múltiple | Alto | Movimientos junto a visión borrosa y debilidad | Importante diagnóstico temprano |
| Trastornos metabólicos (hipoglucemia) | Variable | Sudoración, confusión y temblores | Mejoran al corregir los niveles |
| Efectos secundarios de medicamentos | Variable | Coinciden con un cambio de fármacos | Requiere revisión clínica |
| Estrés, ansiedad o fatiga | Bajo | Si desaparecen con el descanso | Comunes y reversibles |
| Lesiones cerebrales o nerviosas | Alto | Déficits motores asociados | Necesita valoración completa |
¿Los movimientos involuntarios son exclusivos de la especie humana?
No, pueden afectar a otras especies. Por ejemplo, son conocidos los movimientos involuntarios de la cabeza en perros que, sin una causa evidente, cuando están cansados o estresados suelen moverla vertical u horizontalmente.
¿Existe tratamiento para este trastorno del movimiento?
Una vez entendido lo relativo a los movimientos involuntarios de la cabeza, qué puede ser, sus tipos y posibles causas, avanzamos a explorar qué alternativas ofrece la ciencia para su tratamiento.
En este sentido, la causa subyacente de los movimientos involuntarios de la cabeza en adultos, condiciona el tratamiento a seguir. En general, los neurólogos pueden indicar medicamentos que pueden ser:
- Anticonvulsivos.
- Relajantes musculares.
- Metabloqueantes.
La estimulación cerebral profunda y la inyección de toxina botulínica son opciones para los casos más complejos en los que urge tratar algunos síntomas dolorosos como la distonía cervical.
Otras opciones incluyen terapias de rehabilitación, fisioterapia y terapia ocupacional con el fin de mejorar el control muscular y disminuir los efectos asociados con los movimientos involuntarios de la cabeza.
Conclusión
Las sacudidas producidas por el movimiento involuntario de la cabeza pueden manifestarse por algún trastorno neurológico que promueva la activación brusca de músculos que controlan el movimiento de esta parte del cuerpo humano.
El espectro de posibilidades para el origen de estos movimientos involuntarios contempla situaciones benignas como el temblor esencial que asoma al escribir o al beber de una taza pero que usualmente aparece y desaparece.
Otras causas pueden ser más complejas, por ejemplo, las enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple o la enfermedad del Parkinson.
Se trata de una afección que requiere tratamiento médico sobre todo cuando los movimientos incontrolables afectan el cumplimiento de rutinas diarias o si están acompañados por otros síntomas neurológicos.En el CNA estamos a tu disposición para evaluarte y manejar adecuadamente la situación en caso que estés experimentando estos movimientos involuntarios. Contáctanos ahora mismo, porque la intervención médica temprana puede marcar la diferencia. ¡Tú cuentas con nosotros!
Preguntas frecuentes
¿Los movimientos involuntarios de la cabeza pueden ser dolorosos?
Usualmente no son dolorosos, salvo que se deban a una distonía cervical u otras afecciones subyacentes.
Si los movimientos involuntarios de la cabeza están acompañados de dolor, lo más recomendable es consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.
¿Qué exámenes permiten diagnosticar los movimientos involuntarios en la cabeza?
El diagnóstico suele incluir la revisión del historial médico, un examen físico y una evaluación neurológica y metabólica.
En algunos casos, se solicitan pruebas de imagen como resonancia magnética, tomografía u otros estudios complementarios.
¿Cuándo revisten gravedad los movimientos involuntarios de la cabeza?
Se consideran preocupantes si empeoran con el tiempo, se vuelven dolorosos o provocan problemas de equilibrio o dificultad para tragar.
En estos casos, es imprescindible acudir al médico para una evaluación adecuada y la adopción de las medidas necesarias.