Investigaciones recientes apuntan a que los ejercicios para Parkinson pueden aliviar los síntomas de la enfermedad e, incluso, retrasar su progresión. La práctica regular de estos ejercicios, junto con la medicación, ayuda a los pacientes a sobrellevar la enfermedad en mejores condiciones de vida.
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ToggleEn este post del Centro de Neurología Avanzada exploramos esta alternativa que, en efecto, hemos observado que mejora la movilidad de los pacientes, el equilibrio, la flexibilidad y otros síntomas no motores como la depresión, el sueño, el ánimo y la motivación.
En particular, abordamos la variedad de ejercicios y actividades físicas que el paciente puede realizar en casa. En ese entorno cómodo y seguro, son muchos los ejercicios que puede hacer para mantenerse activo como parte esencial del control de la enfermedad. Veamos cuáles son los mejores.
¿Cuáles son los mejores ejercicios para Parkinson?
Como ya lo hemos señalado, el objetivo de los ejercicios para Parkinson es combatir los síntomas que con el tiempo merman la independencia del paciente. Estos ejercicios deben comprender actividades aeróbicas, trabajar la fuerza y la resistencia, preservar el equilibrio, la coordinación, la flexibilidad y la cognición.
No obstante, es importante acotar que los ejercicios que resultan beneficiosos para un paciente no necesariamente lo son para otro. Esto tiene que ver con el estado general de salud, el nivel de los síntomas y todo el historial del paciente.
Debe ser el médico tratante quien trace el plan de ejercitación más conveniente y lo ajuste según las respuestas y objetivos.
Sin embargo, hay ejercicios para el Parkinson que en general mejoran las habilidades motoras y cognitivas que el paciente puede realizar en su casa. Siempre bajo la supervisión de sus familiares o un fisioterapeuta. A continuación, presentamos los más habituales:
Actividades aeróbicas para el Parkinson
Estos son ejercicios que incrementan el bombeo de la sangre y la frecuencia cardíaca. En general, estimulan el sistema cardiorrespiratorio Se recomienda realizarlos tres veces por semana con sesiones de 30 o 45 minutos.
Entre los que puede realizar el paciente en casa, destacan:
- Caminar lento o a paso ligero, trotar o correr, dependiendo de la movilidad del paciente.
- Andar en bicicleta alrededor de la casa o pedalear en una bicicleta estática.
- Si se dispone de una piscina, es estupendo nadar. Ello mejora la salud cardiovascular y actúa positivamente sobre los músculos y articulaciones.
- Bailar, el cual está entre los ejercicios para mejorar el temblor esencial.
Estos ejercicios, también llamados ejercicios de cardio, involucran a grupos de músculos y tienden a elevar la frecuencia cardíaca y respiratoria; dos aspectos que hay que observar en este tipo de pacientes.
Ejercicios de fuerza y resistencia para el Parkinson
Estos ejercicios para el Parkinson en casa resultan beneficiosos para desarrollar masa muscular. Es conveniente que, en cada sesión, el paciente centre la ejercitación en un solo grupo de músculos. La alternancia permite que el área muscular trabajada descanse, se recupere y se fortalezca.
Se recomienda trabajar cada grupo de músculos dos o tres veces por semana. Asimismo, conviene repetir entre diez y quince veces cada ejercicio en dos o tres series con las pausas que requiera la resistencia de la persona enferma.
Los ejercicios de fuerza y resistencia que se recomienda realizar en casa para contrarrestar la debilidad muscular, incluyen:
- Flexiones de los bíceps.
- Levantarse de una silla y ponerse de pie repetidas veces.
- Patadas hacia atrás para extender los músculos del tríceps.
- Levantar pesas, al menos estando sentado, y aumentar gradualmente la carga.
Con rutinas de ejercitación como las anteriores, mejora el rendimiento del paciente ante la necesidad de realizar esfuerzos, aumenta su masa muscular, se incrementa su fuerza y resistencia.
Ejercicios para Parkinson en casa que mejoran el equilibrio
Este tipo de ejercicios, que muchas veces es prescrito por nuestro equipo médico, persiguen mejorar la estabilidad, lo que previene o reduce el riesgo de caídas. El equilibrio y la movilidad se puede lograr con ejercicios que fortalezcan los tobillos, piernas, y que generen estiramientos de los músculos.
Entre los programas de ejercicios recomendados en este caso porque fomentan la conciencia corporal y el equilibrio, así como la flexibilidad y otras habilidades motoras, figuran el Tai Chi, Pilates, Yoga, Boxeo sin contacto y el baile.
Igualmente, es beneficioso colocarse de pie con las piernas ligeramente separadas y, apoyándose en una silla, levantar varias veces una pierna con la rodilla flexionada. Luego alternar con la otra pierna.
De igual forma, recoger y sujetar objetos del suelo o de una mesa promueve el equilibrio y la coordinación. Pintar o dibujar, escribir, tejer o tocar un instrumento, también son ejercicios en Parkinson que pueden ayudar al equilibrio, la coordinación y, en general, a combatir estos y otros síntomas motores.
Ejercicios para el Parkinson en casa que estimulan la cognición
La ejercitación cognitiva es un aspecto clave en esta enfermedad. Se puede integrar al trabajo de los síntomas motores para intentar que el paciente realice más de una tarea simultáneamente. La idea es estimular la mente, la memoria y otras funciones cerebrales con ejercicios para Parkinson en casa que incluyen:
- Meditar y relajarse, que es clave para evitar trastornos del sueño que afectan negativamente diversas funciones cognitivas.
- Relacionar conceptos.
- Leer en voz alta.
- Realizar operaciones matemáticas sencillas mentalmente.
- Juegos de palabras, armar rompecabezas, sopa de letras.
- Encontrar parejas de objetos.
Estas actividades estimulan el cerebro, contrarrestan el deterioro neurológico progresivo que acompaña a la enfermedad de Parkinson. Estamos hablando de una enfermedad que afecta tanto al cuerpo como a la mente. Un verdadero desafío para los enfermos y acompañantes.
Ejercicios para el Parkinson en casa. Conclusión
En definitiva, los programas de ejercicios para Parkinson pueden ayudar a controlar los síntomas y a prolongar la independencia del paciente.
Existen diversas rutinas de ejercicios que resultan beneficiosos en las distintas etapas de la enfermedad. En este sentido, las indicaciones médicas son fundamentales.
El propósito de estos ejercicios es abordar la parte motora, la marcha, el equilibrio, la rigidez, la movilidad y también rasgos cognitivos. Constituyen una excelente opción para afrontar los retos que representa esta enfermedad incapacitante.
Si deseas despejar cualquier duda sobre los ejercicios, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros.
En el CNA contamos con especialistas para asesorarte sobre la importancia de crear ciertas condiciones seguras y favorables que motiven al paciente a ver la sesión de ejercicios como algo necesario, pero también divertido. ¡Cuentas con nosotros!