Los efectos de las pantallas en el cerebro humano conducen a uno de los debates más actuales sobre el auge de las tecnologías digitales. Diversos estudios relacionan el uso excesivo de las pantallas con ciertos efectos negativos a nivel cerebral, físico, emocional y social.
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ToggleParticularmente en los niños y bebés, estas repercusiones cobran mayor relevancia porque su cerebro está en desarrollo. Esta es una etapa en la que se construyen o eliminan diversas conexiones neuronales según sea su uso o desuso. Y en esto, el uso excesivo de pantallas puede participar activamente.
De allí la importancia que en el Centro de Neurología Avanzada otorgamos a la comprensión de las consecuencias del uso de dispositivos por los más pequeños. En este texto plasmamos lo que desde nuestra experiencia, y en base a diversas investigaciones, son las repercusiones más relevantes a tener en cuenta. ¡Comencemos!
Lo que debes saber sobre los efectos de las pantallas en el cerebro
Explorar los efectos de las pantallas en el cerebro, especialmente cuando se trata de la población infantil, remite a considerar diversos aspectos. Se trata de aspectos físicos, cognitivos, emocionales, conductuales, etc., que pueden ser afectados por la sobreexposición a medios electrónicos.
Efectos físicos del uso excesivo de las pantallas en niños
El uso excesivo de pantallas en bebés y niños puede provocar sequedad y fatiga ocular y potenciar el desarrollo de miopía infantil. Incluso, puede afectar el desarrollo normal de habilidades motoras como gatear y caminar. Esto puede ocurrir debido a la ausencia de estímulos que surgen naturalmente al jugar libremente e interactuar con la naturaleza.
El sedentarismo puede conducir a los pequeños a adoptar malas posturas y a desarrollar problemas musculares. Asimismo, pueden llegar a tener sobrepeso por restarle tiempo a la ejercitación física e incurrir en el picoteo y otros hábitos alimenticios poco saludables promovidos por la publicidad que acompaña al uso de pantallas en niños.
Efectos sobre el lenguaje
El uso excesivo de las pantallas merma la cantidad y calidad de interacciones verbales de los niños con sus padres o cuidadores. La escasez de diálogos recíprocos, de intercambios de expresiones faciales, puede interferir con el desarrollo normal de su lenguaje.
Efectos sobre el aprendizaje
El aprendizaje en los niños pequeños ocurre a expensas de la exploración de su entorno, de la observación y la imitación de las conductas de los adultos que los rodean. Un efecto de las pantallas en los niños es, justamente, inhibir su capacidad de observar, concentrarse, imitar y experimentar. Esto impide aprender usando todos sus sentidos para construir significados.
Existen evidencias de que los niños que tienen en pantalla un juego u otro contenido de entretenimiento, mientras realizan tareas escolares, disminuyen su rendimiento.
Efectos sobre el sueño
El uso de las pantallas en niños puede causar alteraciones del sueño. La exposición a la luz azul y la sobre estimulación asociadas a las pantallas suelen interferir con la capacidad de los pequeños para conciliar el sueño y dormir sin interrupciones.
Es posible que la falta de un sueño reparador afecte su normal desarrollo físico y mental. ¿Lo mejor? Tener las pantallas fuera del dormitorio y establecer horarios para minimizar los efectos de la TV en bebés y niños.
Efectos sobre el control de los impulsos
Otra de las consecuencias del uso de pantallas en los niños es la propensión a desarrollar ciertos problemas de conducta. Posiblemente, la exposición excesiva a medios electrónicos incide en la disminución de la confianza en sí mismos y en otros, lo que puede generar frustración, impulsividad y falta de dominio de las emociones.
Efectos a nivel social
El uso de pantallas en bebés y niños reduce las interacciones reales, el tiempo de juegos, lo que puede interferir con el normal desarrollo de sus habilidades sociales. La comunicación verbal y no verbal contempla la empatía y otros factores vinculados con el normal desarrollo de los infantes.
Como se puede ver, las pantallas y los niños configuran un tema delicado. Su uso excesivo a la edad más temprana puede tener efectos que afectan negativamente diversos ámbitos de su desarrollo.
Uso de las pantallas en niños: conclusión
Los efectos de las pantallas en el cerebro, sobre todo cuando se trata de los bebés y de los niños, pueden ser significativamente nocivos si no se limita el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Las repercusiones pueden incluir propensión al aislamiento, retrasos en el habla, problemas para regular las emociones, irritabilidad y escasa tolerancia a la frustración. Asimismo, los efectos pantallas en niños pueden incluir problemas para pensar lógicamente, conceptualizar, prestar atención y concentrarse.
También puede ser afectado el aprendizaje, el desarrollo del lenguaje, el desempeño escolar, la capacidad de dormir bien y sus hábitos alimenticios. Los efectos son muy diversos a nivel cerebral, emocional y social.
Para finalizar, desde el CNA te invitamos a contactarnos para ayudarte a gestionar la problemática del uso excesivo de las pantallas en la población infantil. Nos gustaría hablarte de las rutinas, los límites, la supervisión y alternativas para promover el tiempo de calidad en familia.
De esta manera podrás establecer mayores conexiones emocionales, vínculos afectivos y minimizar el uso de las pantallas hasta niveles saludables. ¡Ven a vernos!