Rocío Vallejo, CEO Centro de Neurología Avanzada.
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En general parece complicado tratar la dualidad que representa la gestión económica y la asistencia
clínica, sin embargo, en mi caso confluyen las dos vertientes como CEO del Centro de Neurología Avanzada (CNA) y al mismo tiempo desarrollar labores como personal sanitario.
Así, tengo clara la importancia y la necesidad de la polivalencia entre estas dos vertientes para trabajar con los cánones de calidad que la sanidad requiere, y en nuestro caso en el sector de la medicina neurológica.
Hoy en día el envejecimiento de la población es un hecho. Cada día vivimos más años y esto está determinando un gran aumento de las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, las demencias en general, el Parkinson, etc.
Estas enfermedades neurodegenerativas son aquellas en las que se produce una disfunción progresiva del Sistema Nervioso Central (SNC) y cursan como patologías hereditarias o adquiridas y aunque tienen tratamientos y naturalezas diferentes, todas las enfermedades neurodegenerativas están caracterizadas por un proceso progresivo de degeneración y muerte neuronal en el cerebro y/u otras partes del sistema nervioso central o periférico.
Actualmente, el aumento de enfermos neurológicos debido al envejecimiento del ser humano está creciendo más rápido que la capacidad de atención y es aquí cuando se produce el colapso en la salud pública y el crecimiento de centros médicos y clínicas privadas dedicadas en exclusiva a las enfermedades neurológicas.
Es un hecho de que a pesar de que nuestro sistema nacional de seguridad social es un ejemplo de sanidad pública, no siempre cubre con los requerimientos en rapidez y buena calidad de atención. Es una realidad, ya que cada día son más las personas que, al haber sufrido un ictus o que tienen ELA o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa, eligen contratar los servicios de una clínica médica privada para recibir el tratamiento más adecuado y eficaz.
Por lo tanto, estamos ante un negocio que cuenta con interesados y participantes de manera creciente y constante. En nuestra experiencia, y para que sirva de dato, en tan solo los dos últimos ejercicios, hemos pasado de atender 18 mil consultas al año a más de 30 mil.
De hecho, en el Centro de Neurología Avanzada (CNA) somos un equipo multidisciplinar cada vez más numeroso, formado por más de 40 expertos entre neurólogos, psicoterapeutas, psicólogos, fisioterapeutas, neurocirujanos, etc. Muchos provenimos de la sanidad pública, otros simultanean su tiempo laboral entre la medicina privada y pública; pero cada vez más, somos los que dejamos esta dualidad y nos dedicamos a tiempo completo al CNA para poder conseguir el mejor desarrollo y la mayor excelencia profesional posible.
Nuestro grupo se dedica no solo a proporcionar tratamiento a la persona con una enfermedad neurológica si no que llevamos a cabo un abordaje integral del paciente a través de un equipo multidisciplinar que está interconectado. Asimismo, y a través de la Fundación Cerebro y Salud que yo misma dirijo, llevamos a cabo múltiples ensayos clínicos en investigación para el desarrollo de tratamientos de las enfermedades neurológicas.
Por ello creo que todo gerente de una clínica privada, y en mi caso del Centro de Neurología Avanzada (CNA), debemos tener claro el trabajar en el equilibrio entre lo económico y la calidad del servicio y siempre a favor del paciente. Si perder de vista el mejorar la eficacia y la eficiencia, estableciendo un modelo de calidad total que vayan en sintonía con los cambios, ampliaciones y evolución del centro neurológico.
