En la actualidad, diferentes vacunas contra la COVID 19 están siendo aprobadas, y su disponibilidad es cada vez mayor.
Hoy en día, no hay suficiente evidencia científica que sugiera que padecer epilepsia esté asociado con un mayor riesgo de presentar efectos secundarios tras la vacunación contra la COVID19 , así como tampoco mayor riesgo de presentar crisis epilépticas tras la vacunación.
En los pacientes con epilepsia, el riesgo de infección por COVID19 y sus potenciales complicaciones, es mucho mayor que la propia vacunación contra la COVID19. Sin embargo, no es infrecuente, como también puede suceder con la administración de otras vacunas, que se desarrolle un cuadro febril que podría disminuir el umbral convulsivo en algunos pacientes. La administración de fármacos antipiréticos (ej. paracetamol/acetominofeno) en las 48 horas posteriores a la vacunación (o a lo largo de la duración del cuadro febril ) minimiza el riesgo de presentar crisis epilépticas.
Es tan importante como recomendable, que los pacientes, y en especial aquellos con epilepsia, antes de vacunarse contra la COVID19 pongan en conocimiento del personal sanitario encargado de la vacunación su condición de paciente con epilepsia, así como cualquier otra información médica que pueda resultar relevante como:
- Alergias, especialmente a cualquiera de los componentes de la vacuna
- Reacciones alérgicas en vacunaciones previas (ej. gripe)
- Infecciones activas o síndrome febrile en el momento o días previos de la vacunación
- Tratamiento médico habitual, con especial atención a fármacos inmunosupresores, inmunomoduladores y/o anticoagulantes
- Posibilidad de embarazo, lactancia o deseo de gestación
No se debe administrar la vacuna si se es alérgico a cualquiera de sus componentes, como ocurre con la administración de cualquier otra vacuna u medicación.
No se debe recibir una segunda dosis, tras haber presentado una reacción alérgica con la primera dosis.
A pesar de haber recibido la vacunación completa (dos dosis) el uso de la mascarillas y guardar la distancia social ha de formar parte de nuestro comportamiento habitual.
La vacuna actual reduce el riesgo de COVID hasta en un 90%, dependiendo del tipo de vacuna, aunque aquellos pacientes vacunados pueden ser portadores asintomáticos del COVID-19, lo que facilita la propagación del virus a otras personas.
Fuente: https://www.ilae.org/patient-care/covid-19-and-epilepsy/covid-19-vaccines-and-people-with-epilepsy/covid-19-vaccine-spanish